Puede ocurrir en el momento clave de la serie o película que estás viendo por internet, o justo cuando estás a punto de enviar ese email tan importante que no podía esperar.
Pero cuando tu internet va lento o no funciona correctamente no hay mucho que hacer, aparte de enojarse y dar un grito de desespero.
Las razones pueden ser varias: el ancho de banda, el mal rendimiento de tu dispositivo, la presencia de un virus o incluso las famosas cookies (archivos que almacenan información sobre tu navegación).